El origen del uso de los anillos nupciales es motivo de controversias. Algunas fuentes indican que representaban los aros con que los bárbaros llevaban a la esposa capturada a su hogar.
En el otro lado, están los que indican la primera vez que se usaron los anillos. La tercera dinastía del antiguo Egipto usaba anillos porque al no tener principio ni fin, representaban la eternidad, que era el objetivo del matrimonio.
Se estima, eso sí, su aparición en el 2800 A. de C.
Aunque en sus primeros tiempos, no eran metálicos, sino que una cuerda de hierbas, atadas en muñecas y tobillos. Pero, debido a su poca duración, se reemplazó por los anillos que son los que dieron origen a como los conocemos hoy.
Los anillos de oro eran muy preferidos por los egipcios y luego por los romanos.
Actualmente, el intercambio de estas joyas, simboliza el compromiso adquirido en el acto nupcial.
Diversas culturas usan el intercambio de anillos como símbolo de unión. En el ámbito cristiano, se instauraron desde el pontificado del Papa Nicolás I.
En la antigüedad se creía que el dedo anular tenía una conexión directa con el corazón, por lo que se ponía a la persona amada el anillo en la mano izquierda, el lado del corazón, como un signo de amor infinito y de unión eterna.
Por eso, hoy en día, la argolla matrimonial va en el dedo anular de la mano izquierda, ya que se liga directamente al corazón a través de una vena que recibe el nombre de "amoris" o "vena del amor".
Los diamantes o joyas preciosas se usan para decorarlos. Las costumbres cambian según el país, pero generalmente es el padrino o el paje el que los entrega a la pareja en la ceremonia, el cual los llevará sobre un cojín o en algún contenedor adecuado para la ocasión.
Créditos:
Gráfica digital Lince Color.
Fotos y vídeos: Pexels
https://www.pexels.com/
En el otro lado, están los que indican la primera vez que se usaron los anillos. La tercera dinastía del antiguo Egipto usaba anillos porque al no tener principio ni fin, representaban la eternidad, que era el objetivo del matrimonio.
Se estima, eso sí, su aparición en el 2800 A. de C.
Aunque en sus primeros tiempos, no eran metálicos, sino que una cuerda de hierbas, atadas en muñecas y tobillos. Pero, debido a su poca duración, se reemplazó por los anillos que son los que dieron origen a como los conocemos hoy.
Los anillos de oro eran muy preferidos por los egipcios y luego por los romanos.
Actualmente, el intercambio de estas joyas, simboliza el compromiso adquirido en el acto nupcial.
Diversas culturas usan el intercambio de anillos como símbolo de unión. En el ámbito cristiano, se instauraron desde el pontificado del Papa Nicolás I.
En la antigüedad se creía que el dedo anular tenía una conexión directa con el corazón, por lo que se ponía a la persona amada el anillo en la mano izquierda, el lado del corazón, como un signo de amor infinito y de unión eterna.
Por eso, hoy en día, la argolla matrimonial va en el dedo anular de la mano izquierda, ya que se liga directamente al corazón a través de una vena que recibe el nombre de "amoris" o "vena del amor".
Los diamantes o joyas preciosas se usan para decorarlos. Las costumbres cambian según el país, pero generalmente es el padrino o el paje el que los entrega a la pareja en la ceremonia, el cual los llevará sobre un cojín o en algún contenedor adecuado para la ocasión.
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